Daniela Carolina Romero Barrios. Es una joven venezolana que nació el 21 de mayo de 1986, con un trastorno genético llamado “Osteogénesis imperfecta”, que produce fractura de los huesos con facilidad. Esta condición ha potenciado su fortaleza, su independencia y deseo de superación. Daniela, siente que tiene un propósito de vida y está asociado a que su historia sirva de inspiración. No quiere partir de este plano sin haber cumplido su misión de vida.
Conozcamos un poco más de Daniela Romero:
La Familia:
Mi papá, Jesús Romero, ha sido un hombre íntegro. Nos crió con todo el amor del mundo, da la vida por sus hijos y su nieta. De él aprendí que, sin importar las circunstancias de la vida, uno siempre debe ser honesto, buena persona y ayudar con el corazón a cualquier persona que lo necesite.
De mi mamá, Milenis Barrios, aprendí todo lo que soy, no importa cuantas veces me digan que no, siempre vuelvo a intentarlo, porque de eso se trata la vida de intentarlo una y otra vez. Ella me enseñó el mundo del arte, las creaciones, manualidades, a pintar cuadros.
Incluso gracias a ella me gradué de técnico manicurista, ja,ja,ja, increíble pero cierto. A ella le encantaba arreglarse y pintarse las uñas, pero solo se podía arreglar una mano, así que a mí me tocaba arreglarle la otra. Fue así como me inscribió en un curso y conocí más de ese tratamiento de belleza. Ella es una mujer super fuerte, a la que no le dan miedo las cosas de la vida.
Sin duda, ella y mi padre fueron los que me educaron y me ayudaron a ser la mujer que soy, a través de sus valores, sus enseñanzas, el verme siempre como una persona normal y no como una persona con discapacidad. En mi casa no hubo en ningún momento sobreprotección, todos tuvimos deberes y tareas que cumplir y yo no era la excepción.
Mi hermana mayor, Dayana Romero, puedo decir que cumple aun fuertemente su rol de hermana, la que me cuida, me acompaña, me apoya en cada cosa. Es mi fotógrafa cuando inventO algo. Ella es mi segunda madre, y vaya que hace excelente ese papel, la quiero con todo mi corazón.
Mi hermana menor, es un poco esa versión loca de mí. Con ella aprendí a tener paciencia a los niños, con ella practicaba todos mis maquillajes dark ja,ja,ja, y se dejaba porque ella tiene un toque rebelde como yo. Con ella me gradué de tía y fue la experiencia más increíble de la vida.
Mi hermano, Luis Diego, es hijo de mi papá en otra relación y aunque con él comparto poco, siempre estamos pendientes el uno del otro.
Sin duda alguna crecí con todo el amor de mi familia, cosa que le agradezco profundamente a Dios.


¿Cómo fue tu infancia?
Mi infancia fue muy feliz, después que fui dada de alta definitiva en el hospital, comencé a vivir al máximo, a experimentar todo lo que un niño hace a esa edad, claro con todos los cuidados que mis padres me daban, aunque ellos me cuidaban y yo no ja,ja,ja. Así de rebelde fui, y hasta los momentos soy… creo que en la vida las reglas se hicieron para romperse y yo rompí casi todas las de mis padres.
Era algo ilógico para mí en ese momento, recuerdo que siempre decía que no debía aceptar que nadie me tocara o me halara y era lo menos que yo hacía. Siempre salía a jugar con mi hermana mayor Dayana, con ella era divertido, en ese momento sus amigos eran mis amigos y siempre adaptaban los juegos para que yo pudiese participar.
Luego, la familia creció, nació mi hermana Diana (la menor dentro del matrimonio) allí entré en total rebeldía, llegaron los celos de hermanos. Pasó el tiempo y Dayana creció, ya iba al liceo y ya no jugaba tanto con ella. Pasé a jugar con mi hermana Diana y sus amiguitos, allí no adaptaban los juegos, porque siempre jugábamos a la maestra, yo era la maestra y ellos los alumnos ja,ja,ja, era divertido.
Después yo daba verdaderamente escuelita y tenía como alumnos a mi hermana menor, a su amiguita, a unas vecinitas, a mi vecinito del lado… Este último ya de adulto me dio las gracias por lo que le enseñé y también por los regaños, porque gracias a eso fue que le puso todo el amor a los estudios. Eso lo llevó a soñar en grande y hoy en día es ingeniero y vaya todavía no deja de agradecerme… Allí supe que estaba dejando una huella de mí en él.
Compártenos tu historia de vida:
Desde muy pequeña me he enfrentado a las duras pruebas de la vida, nací con una condición congénita en los huesos, llamada OSTEOGÉNESIS IMPERFECTA es una enfermedad poco común (Huesos de Cristal) es la formación imperfecta de los huesos producida por la mutación de un gen encargado de producir una proteína esencial (colágeno tipo I) que es la que da rigidez a los huesos. En su momento había poco conocimiento de esta condición. Esa ha sido una dura prueba de la vida para mis padres y para toda la familia. Mis padres desde muy jóvenes fueron resilientes y adoptaron un estilo y forma de vida para poder ayudarme en mi crecimiento y desarrollo. No fue tarea fácil pero tampoco les fue imposible.
Después de tres días de nacida es que realmente les dan un diagnóstico a mis padres. El cual nunca imaginaron, porque mi mamá tuvo un embarazo totalmente saludable, y en las consultas mensuales prenatales nunca hubo indicios de que algo no estaba bien, hasta que me tocó nacer, allí fue cuando todo realmente comenzó.
Nací y debido a mi condición, por desconocimiento de dicha enfermedad y el maltrato médico, presenté fractura en la pierna y el brazo. Estas fracturas provocaron tres días de llanto continuo que despertó el interés de una doctora que estaba en un congreso justamente en el hospital donde nací. Ella escuchó escucho de mi caso, quiso conocerme y darme un diagnóstico preciso. Solo con ver mis escleróticas azules, la falta de talla y la falta de peso dijo: ¡háganle una radiografía!, es posible que tenga una fractura.
Justamente no se equivocó, después de allí todo fue exámenes, visitas a genetista. Diferentes médicos de distintas ramas de la medicina informaron a mis padres como cargarme, alimentarme, bañarme etc…
Fueron casi 5 años hospitalizada, años en los cuales mis padres tuvieron mucha madurez y crecimiento, para poder apoyarme en mi crecimiento y enseñanzas, haciendo de mí esta maravilla de persona. Después de allí empecé a vivir, no como cualquier persona, con algunos cuidados extras pero llena de mucho amor y cariño.
¿Cuál ha sido tu mayor fortaleza?
Realmente ha sido sonreírle a la vida, y surfear todas las olas fuertes que me ha colocado, para poder seguir adelante.
¿Cuál ha sido el momento más difícil que te ha tocado vivir?
La falta de empatía en algunos centros educativos de donde tuve muchos rechazos, porque según ellos, no podían aceptar a una niña con esa condición. Sugerían a mi mamá inscribirme en un colegio para personas con condiciones especiales, anteriormente estaba en uso dicho término. Yo me negaba a estudiar en un plantel educativo así, porque cognitivamente yo estaba perfectamente bien de mis capacidades mentales.
¿Cómo nació tu pasión por el maquillaje?
Desde niña tuve esa gran pasión por el maquillaje. Cuando salía me llevaba escondido un labial rojo de mi mamá ja,ja,ja, para ese momento mi papá no me dejaba maquillarme, decía que eso era para mujeres adultas. Me tocó un papá bastante conservador ja,ja.ja.
Después de los 15 yo me maquillaba, no como lo hago ahora, pero si tenía ese gusanillo creativo de la belleza, hasta que, en el año 2015, mi hermana mayor me inscribió en un curso de maquillaje, para que fuese más profesional. Después de allí con cada curso fui adquiriendo más técnicas y habilidades.

¿Cuál es tu mayor sueño?
Mi mayor sueño es graduarme como profesional en psicología, carrera que se me ha dificultado estudiar, pero como siempre haciendo todos los intentos posibles. Mi otro gran sueño es poder llegar a varios lugares del mundo con mi historia, poder dejar un poco de mí en los demás, creo que ese es mi mayor legado y sueño en la vida.
¿A qué edad descubriste que tenías la vocación de ayudar?
Cuando empecé a tomar mis propias decisiones, y eso fue en la adolescencia, ayudar es la parte gratificante de la vida, eso es algo que no tiene comparación en este mundo. Además, es uno de los valores mejor inculcado de mis padres, ponernos en el lugar del otro.

¿Qué se necesita en tu opinión para no dejarse vencer y siempre tener actitud positiva?
Se necesita creer en uno mismo y tener amorcito propio para poder enseñárselo a los demás… pero tomando en cuenta que nos vamos a enfrentar a grandes monstruos en la vida, como el señalamiento, la falta de empatía y la gente que no ve ojos bonitos en caras ajenas.
¿Cuáles son tus objetivos a futuro?
Lograr ser una conferencista motivacional, y mostrarle a la gente que las limitaciones solo son mentales. Terminar de escribir mi libro. Continuar con mi fundación. Hasta ser modelo, porque hay mucha discriminación en el mundo de la belleza y me encanta romper el molde, como siempre digo soy la modelo de mi propia marca.


¿Cuáles consideras que son las cuatro características que te definen?
Resiliente, elocuente, sincera y alegre.
¿Qué mensaje le darías a la juventud venezolana?
Que aprovechen la vida al máximo. Dios nos da una forma y un propósito al venir a este mundo, no todos corremos con la bendición de nacer sin discapacidad, el que este sano que lo aproveche y que marque la diferencia en este mundo. Que sean personas totalmente empáticas y que nos ayuden a construir la Venezuela que todos queremos, desde el AMOR, EL RESPETO, LA EDUCACIÓN Y TOLERANCIA.
A quien tenga una discapacidad como yo, pues lo invito a surfearse todas las olas grandes de la vida conmigo, quizás sea un poco difícil para nosotros encontrar nuestro destino, pero les aseguro que no es imposible.
Tienes la oportunidad de ser un espejo para los que no se pueden visualizar, dando un ejemplo superior.

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